Al principio, el nacimiento de los bebés se mantuvo en secreto mientras los médicos trabajaban incansablemente para garantizar la supervivencia de todos los pequeños.
Ahora, cinco meses después, los seis bebés están en casa y mantienen a la familia ocupada.
“Todos están bien”, dijo el orgulloso padre, Víctor Carpio, mientras sostenía a Jaden en sus brazos y le daba el biberón, sentado en el sofá de su sala.
Frente a él, seis cunas vacías estaban alineadas en dos filas ordenadas, ocupando todo el espacio del suelo. En una esquina de la abarrotada habitación, se encontraba una pila de cajas de fórmula para bebés de aproximadamente cuatro pies de altura.
“Eso es suficiente para solo tres de ellos”, comentó Digna, señalando la pila de cajas de fórmula.
Ella parecía agotada y abrumada, luchando contra varios bostezos durante la primera entrevista que ella y su esposo dieron desde que los bebés llegaron a casa.
“No es fácil encontrar tiempo para dormir”, expresó.
Afortunadamente, la Administración de Servicios para Niños de la ciudad intervino para proporcionar a la familia dos asistentes de atención médica en el hogar. Sin embargo, este servicio solo está disponible durante el día y se espera que dure solo los primeros seis meses.
Después de las 6 p.m. todos los días, mamá, papá y su único otro hijo, Jhancarlos, de 7 años, están solos.
Como puedes imaginar, alimentar a los seis bebés es un desafío para la pareja. Víctor y Digna siempre se levantan al unísono cada noche para alimentar a los bebés y los colocan en línea sobre almohadas con sus biberones sostenidos con toallas.
“El mayor problema es hacer que eructen”, mencionó el ocupado papá.
Los Carpio mencionaron que las enfermeras del Centro Médico Mount Sinai, donde nacieron los bebés, hicieron un trabajo fantástico al entrenar a los bebés en una rutina de alimentación..
“Todos se despiertan a la misma hora cada cuatro horas, y una vez que los alimentamos, generalmente vuelven a dormirse”, dijo Digna Carpio.
Incluso cosas simples como viajar se han convertido en un desafío, ya que el único automóvil que tienen, un Toyota 4Runner, es demasiado pequeño.
“Siempre que salgo de casa con los bebés, tengo que empacar una maleta como si me fuera de viaje”, señaló Digna Carpio. “Solo este mes, tengo cuatro citas médicas para ellos. Si todos vamos, eso significa seis bebés, yo y los dos asistentes de atención médica, y eso significa dos autos”.
Por ahora, las tres cunas, con dos bebés asignados a cada una, están todas ordenadas en una de las tres habitaciones de la pequeña casa de ladrillo que la pareja compró en Whitestone hace dos años.
A diferencia de muchas familias que han tenido sextillizos y han recibido ayuda de organizaciones externas, esta familia no ha iniciado una campaña de “ayúdenos”, aunque eso es exactamente lo que necesitan.